La luz del sol cuenta con distintas funciones fisiológicas en las personas, está compuesta por distintos tipos de energías que se transmiten como ondas electromagnéticas y un 1% nada mas del total del espectro electromagnético es advertido por el ojo.
El espectro esta forado de tres elementos distintos: las ondas de luz infrarroja, la parte visible del espectro que es en la que se pueden apreciar todos los colores y la luz invisible.
La terapia de luz infrarroja es muy beneficiosa, esto se debe a que el calor infrarrojo es una energía que calienta los objetos por medio de un proceso que se denomina conversión y no calienta el aire del medio.
Los rayos infrarrojos se emplean en dolores crónicos de espalda, artritis reumatoide, fibromialgia, osteoartritis, resfriado, psoriasis, tensión muscular, neuropatía por diabetes, entre otros tantas enfermedades. Inclusive se han obtenido muchas mejorías en los pacientes de Alzheimer, luego de haber experimentado la terapia.
Contraindicaciones: Sensibilidad a la luz, foto dermatitis, glaucoma y estadios de enfermedades inflamatorias agudas.
La luz infrarroja es un elemento muy saludable, ya que promueve una mayor cantidad de glóbulos blancos, ofreciendo una mejor calidad de vida. El calor infrarrojo lejano brinda calor a la zona que está dañado para acelerar su curación.
Los beneficios de esta terapia infrarroja son muchos: alivia la artritis, incrementa la flexibilidad en los tejidos de colágeno, alivia espasmos musculares y la rigidez articular, ayuda también a aliviar las infiltraciones inflamatorias, edemas, hipertensión y enfermedades de la piel y ayuda incluso a reducir la celulitis.
El calor de la luz infrarroja actúa sobre la piel aumentando la circulación sanguínea y calienta los músculos, colabora en la eliminación de impurezas y acelera la llegada de sangre a los músculos, es de esta manera como alivia el dolor.
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