El diseñador Alexander McQueen presentó una colección bastante controversial para el otoño de 2009 en Paris, que estuvo llena de abrigos de bolsas de basura y vestidos llenos de plumas. Posiblemente el aspecto más atrayente fueron los labios grandes estilo muñeca en todas las modelos en rojo o hasta en tonos casi negros.
En medio de una temporada de desfiles de moda eclipsados por los miedos económicos, en los que la mayoría de diseñadores hizo lo que pudo con lo que tenía para estar seguros, era fácil olvidarse del poder provocador de la pasarela hasta cuando llegó el espectáculo de Alexander McQueen.
Toda la presentación fue una entera pieza de teatro casi absurda con toques de humor negro, que revivió por un momento la industria de la moda, que está en el borde del abismo como revistas cerrando y ventas de descuentos todos los meses del año.
Bordeando el tema de la reinvención, esta colección de otoño de 2009 fue presentada en una pasarela hecha de vidrios rotos, viejas piezas de escenarios de pasados espectáculos de Alexander McQueen, partes viejas de automóviles, un caballo de carrusel roto y hasta un fregadero de la cocina.
Foto: Style Frizz