Los factores que aumentan el riesgo cardíaco son exceso de colesterol, sobrepeso, tabaquismo, hipertensión arterial, sedentarismo y mala alimentación, son algunas de las mayores amenazas.
¿Cómo se originan los infartos?
Alrededor de la tercera parte del total de muertes se origina por enfermedades del sistema circulatorio. La gran mayoría de estas enfermedades afligen el corazón, especialmente por estrechez u oclusión de sus arterias, llamadas coronarias.
Las muertes por accidentes vasculares cerebrales son la principal causa de incapacidad o invalidez por sus serias consecuencias, que son devastadoras.
Infarto significa muerte de tejidos biológicos, la mayor parte de ellos es causada por enfermedad de una arteria que se estrecha u obstruye, lo que imposibilita la llegada de sangre (infartos isquémicos).
Una minoría es originada por rotura de una arteria o de una vena (infartos hemorrágicos). Los infartos pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo y los más conocidos son los del corazón y del sistema nervioso.
La causa más frecuente de infartos es la aterosclerosis, que no se debe confundir con arteriosclerosis, (endurecimiento de las arterias y comprende múltiples procesos patológicos).
Uno de estos procesos patológicos es la aterosclerosis, que es originada por el depósito de colesterol y de otras grasas en la pared de las arterias, lo que lleva como acúmulos localizados denominados placas ateroscleróticas. Estas peligrosas placas estrechan en forma gradual la luz vascular, originando síntomas por falta de oxígeno y de otros nutrientes, y luego la obstruye causando un infarto isquémico.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
El colesterol puede depositarse en arterias sanas cuando su concentración en los fluidos circulantes es en demasía. Pero si no fuera así, se depositará también si la arteria está dañada por otros agresores, como la presión arterial elevada, productos presentes en el humo de tabaco, y otras enfermedades como la diabetes.
Existen otros factores que pueden dañar las arterias, favoreciendo el depósito de colesterol, o por crear condiciones favorables para la aparición o la exacerbación de los factores de riesgo clásicos, se destacan por su frecuencia e importancia la mala alimentación, el exceso de peso y la obesidad, el sedentarismo, el estrés crónico, la ansiedad y la depresión, el temperamento obsesivo-compulsivo, y la hostilidad.
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