Hablamos con anterioridad de los niños hiperkinéticos, o hiperactivos, y que no deben ser confundidos con aquellos que padecen del síndrome de atención deficitaria, conocido como SAD o ADD, ya que este último debe ser diagnosticado por un profesional, y requiere de tratamientos y terapias al igual que medicación.
El síndrome de SAD o ADD tiene origen con base neurológica, que se caracteriza por la falta de atención la cual imposibilita al niño a cumplir las consignas asignadas y genera una gran dispersión que se muestra mediante su gran movilidad.
Si bien sus causas se desconocen en gran parte, la mayoría de los profesionales, se inclinan hacia que se produce por un componente hereditario que predispone a la criatura a padecerlo, pero también puede deberse a factores ambientales, nutricionales, psicosociales, y aún así ninguno de estos factores puede culparse de su desarrollo.
Los signos más visibles de este síndrome son: inatención por parte del niño, agresividad, impulsividad, baja concentración, intolerancia hacia cumplir las reglas, cambios abruptos en las actividades que lleva a cabo, hiperactividad sensorial, y verborragia, distracción constante, hiperkinesis, trastornos de sueño, destructividad, baja tolerancia a situaciones frustrantes, temor, ansiedad, depresión, labilidad afectiva, problemas de aprendizaje.
Tenga siempre presente consultar ante la menor duda a su pediatra de confianza, es la única manera de colaborar con el comportamiento de su pequeño hijo.
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