Relación rutinaria y su reanimación
Mantener vivo el interés mutuo en una relación, es una tarea del día a día, nada de estresarse pensando en sorprender a diario a la pareja, las exigencias diarias no lo permiten y nadie está interesado en sentirse subyugado por la pasión de manera permanente, pero evitar que la rutina se apropie de la relación es algo importante, porque de la rutina al desencanto apenas hay que transitar y de ahí a la pérdida del amor y el cansancio de la relación no hay mucho que hacer.
Mantener el interés en la relación no es un trabajo individual, sino como en todo en la pareja es una tarea en que se deben involucrar ambos, pero claro está cada quien obrará en su mejor criterio para disfrutar de la relación como el primer día en que decidieron conformar una pareja. Con la vida en común y la existencia de los hijos, cambian los objetivos de la vida, el asumirse las obligaciones cotidianas restan aventura a la misma por lo que hay que definir bien algunos aspectos que ayudan a mantener viva la llama del entusiasmo en una pareja.
Destinar tiempo para la pareja, es una forma de no perder el interés, de involucrarse de nuevo en las cosas que les llevaron a compartir como pareja, y ello se logra, apartando tiempo de lo cotidiano, destinando un día a la semana para estar solos, hablar de sus propias inquietudes, compartir las cosas que les divierten, disfrutar de la mutua compañía en un ambiente alejado de la rutina.
Sorprender a la pareja, es siempre grato para ambos, y cuando se habla de rutina no se limita a lo básico sino también a la relación sexual que se torna aburrida y demasiado previsible para ambos, aunque el disfrute aún exista, intentar cosas nuevas, de las que ambos disfruten lógicamente, es una manera de mantener el interés vivo en la relación. Hay que hablar entre ambos sobre lo que les gusta, probar explorar cosas nuevas, a veces un pequeño cambio, un jugueteo diferente, una escapada a un escenario diferente, puede inyectar el entusiasmo que parecía extinguido.