Durante los primeros meses el bebé estará ansioso de experimentar con su entorno. Los juguetes son la mejor forma de estimular los sentidos, pero se debe tener cuidado en el tipo de juguete a elegir para los más pequeños.
Algunos juguetes son ideales para los primeros seis meses
- Móviles musicales para la cuna: los hay en varios modelos, con diversos motivos y personajes. Estimulan la vista y el oído del bebé, aparte de resultarles muy entretenidos.
- Sonajeros: el bebé aprende a generar sonidos, se ejercita y practica su sentido del ritmo.
- Juguetes de goma para morder: como se mencionó en el artículo sobre molestias de la dentición, estos juguetes son perfectos para aliviar las encías del bebé, mucho más si están previamente refrigerados.
- Juegos sensoriales: aquellos juguetes que responden con sonidos y movimientos al apretarlos, patearlos o hablarles son ideales para esta etapa del desarrollo. Enseñarán al bebé a que cada cosa que hace produce una consecuencia.
- Colchonetas: los bebés pequeños adoran revolcarse e intentar hacer piruetas. Una colchoneta para juegos evitará posibles lesiones y permitirá el desarrollo de los músculos y articulaciones.
- Grabadora o cajita de música: La música es una de las mejores maneras de entretener y calmar al bebé. Si le haces oír varias clases de música, veras cómo responde.
- Libros interactivos: los libros de cuentos con secciones apretables, sonidos y gráficos sobresalientes son un buen inicio a los hábitos de lectura desde la temprana edad. Familiarizan al bebé con los libros y las historias.
Consejos para evitar peligros potenciales en los juguetes
- Revisa las indicaciones de la caja. La mayoría de los juguetes señalan las edades adecuadas para su uso.
- Chequea que el juguete no contenga partes pequeñas que puedan ser tragadas accidentalmente por el bebé.
- Asegúrate de que el juguete no esté hecho con materiales alérgenos.
- Elimina del juguete cualquier bolsa plástica o sello de seguridad que pueda causar asfixia accidental.
Lo más importante es tener vigilado a nuestro hijo de forma constante sin dejar espacios de tiempo prolongados de por medio.