Cuando nuestro hijo este alcanzando el año de vida empezará a indicar que es aquello que desea, señalándolo o haciendo gestos hacia la dirección donde el objeto se encuentre. También intentará muchos de los gestos que ve a sus padres y hermanos hacer mientras dialogan, esto es una forma de comunicación que utilizará el bebé hasta que adquiera la técnica del lenguaje y pueda expresar sus mensajes con palabras.
Cómo evoluciona el lenguaje del bebé
En esta etapa, el niño comienza a dar balbuceos con sílabas puntuales, tales como «ba», «da», «ga», «pa», «ma», y seguramente ya habrá comenzado a los 8 meses a practicar las palabras que tanto nos emociona escuchar, como «mamá» o «tata» cada vez que quiere captar nuestra atención porque se a percatado de eso que nos hace sentir. Una vez que aprenda a decirlas correctamente, puede pasar el día entero diciendo «ma-má», solamente por el hecho de practicar y porque le resulta muy entretenido, pero luego al finalizar el período utilizará las palabras correctas para transmitir exactamente aquello que significa.
Los padres hablamos con el bebé desde que nace, e incluso mientras se encuentra en el vientre materno pero durante este período empezará a entender muchas cosas, por lo tanto las conversaciones tendrán un nuevo significado. Antes de aprender a decir muchas palabras, primero entenderá muchas otras que nosotros ni imaginamos, por ejemplo si nombramos su peluche favorito que se encuentra en el otro rincón de la habitación, lo más probable es que el bebé lo mire y se sonría, a lo que dará a entender que ha entendido, que estamos hablando de su juguete.
Para estimular el lenguaje, debemos hablarle constantemente, corregirlo en las palabras, pronunciar y repetir, para que el comprenda, sobre todo en los momentos de intimidad, como cuando lo alimenta, lo cambia, o esta lo bañando, contándole aquello que sucede a su alrededor. Debe usar un lenguaje simple y colocarles nombres concretos a las cosas, si su mascota, es un perro, debe decirle «perro» y no cambiar el nombre por «guau guau» para no confundir al niño. Las palabras deben ser concretas, específicas, y de esta manera el bebé, repitiendo entenderá el concepto, para con el correr del tiempo ir formando palabras, y luego frases para referirse y expresar sus deseos.
