Levantarlo por el aire, hacerlo volar, mecerlos en la hamaca, son juegos que los bebés adoran y que necesitan para favorecer su desarrollo cognitivo y la coordinación de sus sentidos, sobre todo el equilibrio, el suave vaivén suele recordarle a cuando estaba en la barriga de su mamá, por lo tanto ayudarlo a que se mueva jugando es una parte fundamental de todo su crecimiento.
Para esto los papás jugamos un rol fundamental ya que el niño tomará confianza en sí mismo y se sentirá apoyado por nosotros.
El juego del bestio en la barca.
En este juego el niño desarrolla la musculatura abdominal y los brazos, el control de la cabeza,y la percepción del espacio. Cuanto más pequeño sea, más despacio debemos jugar con él.
Colocaremos al bebé, sobre varios almohadones y almohadas de forma que quede frente nuestro, nos sentaremos en el piso con las piernas cruzadas, y con la ayuda de un bastón, caña o palo largo (plumero o escoba). Debemos tomar el palo con las dos manos a la altura de nuestros hombros y nos acercaremos y alejaremos del bebé, balanceándonos hacia adelante y hacia atrás como si estuviéramos remando.
Nos debemos mantener frente a él y a la altura de sus manos, cuando el bebé llegue a los 5 o 6 meses, se tomará del palo, por lo que nos acercaremos y alejaremos cuidadosamente y tiraremos suavemente de él. Descuidadamente y muy exclamativos por momentos chocaremos con su carita y le daremos besos. El niño se sentirá muy estimulado y asombrado, haciendo de este juego un momento de plena alegría y diversión.
Foto: nerxia