Desde que nuestro bebé nace en todas las revisiones del primer año, el pediatra hará un pequeño test visual a nuestro pequeño, no obstante y dada la dificultad de detectar problemas a esta edad, es primordial recordar nuestra historia familiar e informar al profesional sobre todo si hay antecedentes, de problemas visuales, o si el bebé ha nacido prematuramente.
Si se detectan este tipo de patologías visuales como las que hemos venido hablando con anterioridad, los anteojos pueden utilizarse desde los primeros meses del niño, y nos preguntaremos como elegir los mejores.
Existen 3 tipos de cristales:
- Los cristales propiamente dichos: Y son los menos seguros para los niños ya que se parten con facilidad al caerse y un cristal roto es peligros en un ojo, así como también porque limitan mucho sus actividades.
- Los de material orgánico: Es uno de los más apropiados para los chicos, ya que son un 50% más livianos que el cristal, son resistentes y se rayan menos.
- Los de policarbonato: Son muy livianos y resistentes, pero se rayan con muchísima facilidad, por lo que tampoco son adecuados para los niños pequeños.
En cuanto el armazón en los niños muy pequeños es mejor las de plástico, no obstante debemos elegirlo a función de la comodidad que nuestro pequeño necesite.
Los lentes de contacto: Al momento de decidir utilizarlos tanto oftalmólogo, padres y niño deben estar de acuerdo con este método, y el niño debe ser verdaderamente responsable, ya que un mal uso de las lentes de contacto puede provocar severas infecciones.
Foto: Gracias a Tesd Blog
