Hay muchos bebés que tienen más necesidades de succionar que otros, sin que exista ningún motivo específico que justifique este tipo de conductas, y por lo tanto se tocan constantemente la cara o se mordisquean las uñas.
Tienen a veces una tendencia a hurgar, rascarse, o morderse los dedos que pareciera demostrarnos que están verdaderamente nerviosos, y como padres si notáramos que es así y se vuelve una costumbre relevante debemos consultar sin ninguna duda a nuestro pediatra.
Lo que no debemos hacer bajo ningún punto de vista es intentar quitarle la costumbre, mediante gritos, agresiones, retos o penitencias, que a la larga no son efectivos, alteran mucho más el estado del niño, y causan el efecto contrario, dado que sin querer estamos contribuyendo a su propia agresión, de la cual desconocemos la causa.
Con mucho cariño, suavidad y prudencia, hablando con tranquilidad y sin empeñarnos en quitar ese tipo de costumbres a la fuerza, podemos ayudar a nuestro pequeño hijo.
Le recomendamos en estos casos que siempre mantenga sus uñas cortas, para que no se las muerda, ni se lastime cuando se toca la cara con demasiada fuerza, debemos encontrar, cuales son las causas que lo ponen de esta manera para tratar de evitarlas y mejorar su calidad de vida.
Foto: Gracias a futurestreet
