Abrazar a nuestro bebé cuando recién llega al mundo es muy importante ya que es el primer vínculo que establece con nosotras, y lo hace sentir completamente protegido en este nuevo mundo al que acaba de llegar.
El en el vientre materno se sentía contenido y muy cuidado, por lo tanto necesita del abrigo constante de los brazos de la mamá, muchos mimos y caricias sobre todo por el contacto que hay con la piel de ella. La contención y atención que le brindan los primeros meses los padres es fundamental, para que crezca en un medio donde se sienta en plena seguridad y se sienta feliz. Mediante los abrazos o las miradas, está conectado con nosotros, y de momento, al igual que con el llanto son sus únicos medios de expresión, que nos permitirán saber con exactitud cuales son sus necesidades básicas.
Recordemos que los bebés no nacen con su vista completamente desarrollada, por lo tanto a una distancia de 20 a 3o centímetros nos pueden ver un poco mejor, no es casualidad que es la distancia que aproximadamente separa al bebé de la cara de su mamá, cuando esta le da el pecho o so sostiene en brazos.
Al sexto mes de gestación el bebé ya escucha la voz de su madre y de su padre, por lo tanto jamás olvides abrazarlo, contenerlo y desde su llegada al mundo hablarle con mucho cariño, ya que forman parte de su identidad, reconocimiento y se sentirá querido y contenido para crecer sano.
Foto: Gracias a khrawlings
