Desde que nuestro bebé nace y a lo largo de todo el primer año, la tarea de los padres será enseñarles muchas cosas, entre ellos el hábito saludable de dormir, para que poco a poco armen un patrón de sueño y así poder reconocer, sus malestares, sus ritmos y porque están llorando.
A veces algunos padres se alarman porque sus pequeños hijos, no logran dormir más de una hora seguida, pero lo cierto es que hasta el sexto mes de vida, muchos bebés, no logran poder dormir de un tirón varias horas seguidas, por eso es muy importante que poco a poco tanto la madre como el padre o la persona que se encuentra a cargo del pequeño vaya marcando, y diferenciando las horas del día a medida que va creciendo, así podrá distinguir cuando es el momento de comer, de jugar, o de dormir.
De ésta forma lo que se busca es que el pequeño no utilice el pecho de la madre o el biberón, como medio para calmar su ansiedad o un inductor del sueño, ya que muchos solo consiguen dormirse cuando la madre les ofrece el pecho. Lo importante en éstos casos es que la madre no le permita dormirse mientras está mamando, y llevarlo a la cuna luego de 10 a 15 minutos de la toma de leche para que aprenda a dormirse solo desde pequeñito.
Si luego de alimentarlo, notamos que se pone molesto y llora, lo mejor es tratar de calmarlo con caricias, y palabras tiernas, sin sacarlo de la cuna, y luego una vez que haya descansado interactuar mucho tiempo con él hasta que vuelva a ser la hora de alimentarlo, ya que el contacto con los padres le transmite mucha seguridad.