Es muy natural que llegado el último trimestre de embarazo algunas mujeres presenten ciertas molestias, que se van intensificando a medida que se acerca la fecha de parto, entre ellos, dolores de espalda, calambres en las piernas, acidez estomacal, insomnio, y mala circulación que lleva a una retención de líquidos.
Esto se debe a que cada vez el bebé es mucho más grande y en éstos últimos meses que ya está absolutamente desarrollado crece rápidamente, también suelen aparecer molestias al respirar, ya que el bebé desplaza el lugar correcto de los pulmones, y eso produce algo de fatiga.
Otra de las características de ésta etapa es la frecuencia con que se necesita orinar, ya que la vejiga se encuentra bastante comprimida por su tamaño, y la curvatura de la columna se acentúa para compensar el sobrepeso de la parte delantera del cuerpo donde se carga el bebé.
También a partir de la semana 34 es muy notorio que el útero comience a ensayar las primeras contracciones, esporádicamente las mismas reciben el nombre de contracciones Braxton Hicks que aparecen esporádicamente y duran entre unos 30 a 60 segundos, son irregulares y poco frecuentes e indoloras.
El calostro que es el líquido amarillento que sale de los senos y alimentará al bebé los primeros días luego de su nacimiento muchas veces comienza a gotear de los pezones y muchas veces se acrecientan las manchas e hiperpigmentación sobre la piel de la futura madre.
Todos éstos cambios son normalesy en caso de dudas, lo mejor es consultarlo con tu obstetra de confianza.