Hay algunos consejos y recomendaciones que nunca están de más al momento de cuidar la visión de nuestros hijos, sobre todo porque el mismo es un órgano delicado y mientras sea pequeño, los mismos dependen de nosotros.
Durante los primeros meses del pequeño sus ojos alcanzan el desarrollo completo, por ello las radiaciones los pueden afectar mucho más, ya que a pesar de ello siguen siendo muy sensibles.
Hay que prestar mucha atención cuando el niño comienza su etapa escolar, dado que justamente allí las manifestaciones de ametropías se hacen más notables, (miopía, astigmatismo hipermetropía).
Para mayor seguridad, una vez que el bebé cumple 7 meses de vida es conveniente realizar la primera consulta, para prevenir afecciones como cataratas, glaucóma o cualquier otra que pueda ser congénita.
Recuerda que debes consultar al oftalmólogo en casos de que el niño presente resistentes irritaciones en los párpados, lagrimeo constante, orzuelos a repetición, y si fuerza demasiado los ojos.
Cuando hay ojos que se desvían ante movimientos involuntarios, sobre todo luego de los 4 meses es necesario que realices la debida consulta con el especialista, como así también si cambia su color de ojos, si manifiesta dolores de cabeza, y si manifiesta una posición anormal de la cabeza al mirar objetos o intentar leer.