Cuando nos enteramos que estamos embarazadas, ya nos vamos imaginando como serán esos próximos 9 meses hasta la llegada de nuestro querido bebé.
Lo cierto es que el crecimiento de nuestra panza muchas veces nos pone muy ansiosas, y muchas nos preguntamos, pasado algunos meses, porque la misma crece poco o no crece demasiado, cuando las comparamos con las otras madres que están del mismo tiempo de embarazo que nosotras.
El aumento del tamaño de la panza dependerá de la cantidad de grasa y la posición del futuro bebé, además del tono muscular del abdomen que la futura mamá posee. Es por eso que en aquellas mujeres que se cuidan y hay desarrollado las paredes abdominales firmes y marcadas, muchas veces el útero tiene a crecer hacia arriba y da la sensación que las mismas no poseen demasiada panza, o se comienza a notar marcadamente a partir del último mes del segundo trimestre.
Por el contrario aquellas madres que poseen un vientre poco desarrollado y sus abdominales son más flácidos, el útero tiende a irse hacia adelante y da una falsa impresión de tener una gran panza, o que nuestro bebé será de mayor tamaño.
Básicamente las diferencias en el crecimiento del tamaño del vientre, nada tienen que ver con el crecimiento y desarrollo de nuestro bebé, sino con el desarrollo de las paredes y músculos de nuestro abdomen.