Los niños pequeños son como el resto de nosotros, no siempre escuchan. De hecho, es en esa edad cuando debes enseñarles como prestar atención. Pero lo que muchas veces sucede es que los padres usualmente repiten las cosas como diez veces y después empiezan a amenazar con castigarlos, y lo que logran es que en todas las oportunidades los niños no escuchen sino hasta la décima vez que se les repite algo. Aquí te doy algunos consejos para hacer que tu pequeño te escuche.
– Ponte en su nivel: Todos los padres se dan cuenta tarde o temprano que gritar desde una altura mucho mayor a la de un niño, o aún peor desde otra habitación, casi nunca tiene los resultados esperados. Agáchate o levanta a tu hijo, así puedes mirarlo a los ojos y obtener su atención. Así te escuchará mucho mejor si te sientas a su lado en la mesa del comedor cuando le recuerdes que tiene que comer su desayuno o si te agachas junto a su cama a decirle que es hora de dormir y de apagar la luz.
– Debes tener claridad: Dile tu mensaje de forma clara, simple y sin demostrar autoridad. Es difícil que tu pequeño capte el mensaje si pones oraciones demasiado largas. Además no digas cosas como si le estuvieras preguntando, si en realidad tu hijo no va a tomar ninguna decisión. Por ejemplo es mejor que le digas que es hora de subirse a su silla en el coche, que preguntarle si se quiere subir.
– Cumplir tus palabras: Debes ser claro en lo que quieres decir y no hacer amenazas por promesas que no vas a cumplir. Por ejemplo si le dices a tu hijo que debe tomar leche con la cena, cinco minutos después no puedes cambiar de opinión y dejarle beber lo que quiera. Y si le dices a tu hijo que va a tener un castigo si le vuelve a pegar a su hermano, cuando lo haga cúmplelo y asegúrate de que tu pareja sepa que eso se debe hacer.
Foto: Ran Yaniv Hartstein.