Si has descubierto una garrapata adherida en el cuerpo de tu hijo y ya has hecho todo el proceso para quitársela, debes estar pendiente de la salud de tu pequeño. Esos animales pueden transmitir una gran variedad de gérmenes, incluyendo los microbios que causan la Enfermedad de Lyme, la ehrlichiosis y la tularemia. Es por eso que es tan importante quitarle el animal a tu hijo y limpiar el área lo más pronto posible.
Incluso si la garrapata está infectada, al quitarla en las primeras veinticuatro horas puedes reducir las posibilidades de que transmita la enfermedad de Lyme. Después de que remuevas la garrapata, debes estar pendiente de tu hijo. Si parece enfermo o le ha salido alguna erupción cutánea o una fiebre durante las próximas dos semanas, lo debes llevar donde su pediatra.
Afortunadamente, las enfermedades transmitidas por estos animales son muy poco comunes, y cuando se detectan tempranamente pueden ser tratadas efectivamente con antibióticos. Pero si tu hijo parecer bien, no le vayas a dar antibióticos sólo en caso de que se haya infectado, porque el uso inapropiado de estos medicamentos es peligroso en especial porque los gérmenes y las infecciones se pueden volver inmunes a ellos, y cuando tu hijo en realidad los necesite ya no le van a funcionar adecuadamente.
Para proteger a tu hijo de estos animales intenta mantenerlo alejado de áreas como lugares con muchas plantas o bosques en donde más que todo reciben. Si lo vas a llevar a acampar o de caminata por uno de estos lugares, quédate en los caminos y no lo metas por áreas muy densas. Viste a tu hijo con pantalones y camisas de manga larga y mete las botas de sus pantalones dentro de sus medias. Además si lo vistes de colores claros, será más fácil que veas si un animal de estos se ha pegado a su ropa.
Foto: jpockele
