Las futuras madres sabrán, porque lo han leído o porque su doctor les ha dicho, que el movimiento del bebé lo empiezan a sentir entre el cuarto y el quinto mes, primero unos sutiles movimientos y roces y que luego ya se empiezan a incrementar a medida que tu hijo vaya creciendo. Cuando los movimientos ya se vuelvan regulares y ya te has acostumbrado a ellos es cuando debes a empezar a prestarles más atención.
Una vez sientas las patadas y los movimientos de tu bebé de forma regular, ponles atención y dile a tu doctor de inmediato si empiezas a sentir una reducción en los movimientos de tu bebé. Y todo porque una reducción en el movimiento podría indicar problemas y posiblemente te tendrás que hacer exámenes como la Cardiotocografía, en la que los latidos de tu bebé se toman cuando está activo y cuando está durmiendo, simplemente para saber que todo está bien.
Cuando llegues al tercer trimestre lo más probable es que tu doctor te de la recomendación de que cuentes las patadas de tu bebé durante el día. Existen diferentes maneras de hacerlo, pero la más común es que escojas un momento del día, que lo mejor es que sea la misma todos los días, para recostarte a contar las patadas de tu hijo para asegurarte que todo esté bien.
Escoge el momento del día en el que sientas que tu hijo esté más activo y siéntate tranquilamente o recuéstate de lado, y haz que nada te distraiga. Lo que vas a hacer es contar cuanto tiempo pasa mientras que sientes diez movimientos, sin importar como sean. Cuenta las patadas, los movimientos de cuerpo entero y los codazos. Si no sientes diez movimientos en el transcurso de dos horas, llama inmediatamente a tu doctor y coméntale la situación.
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