Generalmente no suelen hacerse exámenes oftalmológicos hasta llegados los dos años de edad del bebé, porque se supone a que a esta edad ya cuentan con la suficiente agudeza visual y está la misma bastante desarrollada.
Sin embargo el oftalmólogo, puede notar problemas visuales y detectarlos desde que tu bebé nace, por eso aunque no sea normal visitar al oftalmólogo antes de los dos años siempre es aconsejable que realices una consulta con el mismo para anticiparte a cualquier tipo de inconveniente visual que pudiera desarrollar el bebé, sobre todo cuando hay antecedentes por parte de los padres o familiares cercanos.
También se recomienda que se haga un examen de la vista a un bebé, cuando la madre ha padecido infecciones durante el embarazo, al igual que si ella o su padre padecen serios problemas de refracción, como son el caso de la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía, glaucoma congénito o cataratas congénitas.
No dudes en pedirle a tu pediatra que te recomiende un oftalmólogo de confianza, recuerda que mientras más rápido se detectan este tipo de problemas es mucho más fácil solucionarlos y estarás velando por la correcta agudeza visual de vuestro pequeño.