La obesidad es un problema que cada vez se da a menores edades, por eso es nuestra responsabilidad cuidar correctamente la alimentación de los más pequeños.
Cuando tenemos en casa un niño con sobrepeso, no debemos mentirle, y mucho menos si tiene que seguir un plan de alimentación durante algún tiempo prolongado, se debe tratar con normalidad, e incentivarlo a la práctica de actividad, y una alimentación saludable. De esa forma entenderá que cuidarse y realizar deportes, no se trata de ser diferente, sino que es una opción saludable para su cuidado personal.
Siempre se deben tener presentes sus gustos y preferencias, se puede implementar una alimentación de tres días a la semana solamente de verduras, no solo cuidaremos su salud, sino la de toda la familia, tampoco hay que comprarle ropa de talles más chicos ya que eso lo hará sentir ridiculizado, hay que explicarle que de momento debe usar ropa que le quede cómoda y que siguiendo los consejos que le dé el médico y el apoyo de sus padres, luego podrá usar esas ropas más pequeñas o que no le sientan bien.
Hay que hablar de la obesidad sin miedos, y no dejarse influenciar por aquello que se vende o se vé por televisión, explicándole que la gordura tiene solución, que no se trata de dejar de ir a la playa, dejar de salir a jugar, o dejar de comer, sino que hay que adaptarse a un modelo de vida un poco más saludable para solucionar el problema.