Hay que recordar que la mayoría de las quemaduras en pequeños se producen por contacto con líquidos calientes, y si bien ningún rincón de la casa está exento de peligro para ellos, tanto la cocina como el baño suelen ser los más peligrosos.
Siempre que sea posible es preferible que los niños estén fuera de la cocina mientras preparamos sus alimentos, y si están presentes es mejor que estén alejados.
- Mientras cocinamos, los mangos de sartenes y ollas se deben colocar hacia adentro, sin que sobresalgan de la encimera, de esa forma evitamos que los puedan alcanzar.
- Si se derraman líquidos sobre el suelo, tenga la precaución de secarlos rápidamente para evitar posibles caídas.
- Antes de darles algún alimento siempre debemos chequear la temperatura para evitar que se quemen al ingerirlos.
- No de se deben dejar a mano cerillas, y los mecheros no deben quedar a su alcance.
- Los utensilios de cocina, cubiertos, cuchillos u objetos punzantes deben estar guardados bajo llave, o en lugares de difícil acceso para los más pequeños. Tampoco se deben guardar ni mantener a la vista las bolsas de residuos ya que se las pueden colocar en la cabeza y asfixiarse.
Hay que poner cuidado al momento de la alimentación, una mala masticación o bocados demasiado grandes pueden provocar que se atraganten, por eso siempre hay que recordarles que coman despacio, proporcionarles un ambiente relajado y enseñarles a masticar correctamente los alimentos.