Una de las preocupaciones y de los momentos más difíciles de los padres con sus bebés es la hora de las vacunas, porque después quedan inquietos y adoloridos. Hace algún tiempo los pediatras aconsejaban dar un poco de agua con azúcar para ayudar al proceso de las medicinas en el cuerpo del niño, pero ahora se descubrió en un estudio que también podría ayudar con el dolor que dejan las vacunas.
Calmar a los niños después de las vacunas
Con esta simple solución de azúcar y agua los pediatras esperan también acabar con los miedos de los padres y aumentar los índices de inmunización para los niños.»Esperamos que esto anime a los padres a que vacunen a sus hijos», dice una de las autoras del estudio, Linda Hatfield de la escuela de enfermería de la Universidad Estatal de Pennsylvania, Estados Unidos. «Es muy simple, no es caro, y los bebés dejarán las clínicas en el mismo estado en el que llegaron»
Este nuevo descubrimiento sin duda ayudará a muchas madres que se preocupan demasiado por los analgésicos para los bebés. Además es una nueva forma que se une con las estrategias diseñadas para evitar el estrés que causa el dolor de las vacunas tanto en los niños como en los padres, y entre las que se incluyen agujas más delgadas y analgésicos tópicos, entre otros.
El calendario de inmunizaciones para recién nacidos es asombroso. Bebés y niños más grandes puede llegar a recibir hasta 24 inyecciones en sus primeros dos años de vida. Y algunas veces hasta pueden llegar a recibir 5 en una misma visita, por lo que las madres se angustian de ver a sus niños sufriendo. El agua azucarada se le debe dar después de 5, 7 y 9 minutos de haber recibido la vacuna y a los 9 minutos más del 78 por ciento de los niños investigados tenían sólo un pequeño dolor.