El auge de su moda se remonta a los años 40, en los que la complexión de las chicas del medio de la moda y el espectáculo no respondía a una delgadez demasiado estricta.
El común denominador principal era la sensualidad femenina proyectada a partir de una actitud que, con un aire de infantil e inocente, tenía una gran significado de atracción, lo que fácilmente fue adoptado por sex symbols de la época.
Tal fue el caso de Marylin Monroe, cuya pose se recuerda inmediatamente con el guiño de un ojo, la boca abierta, la sonrisa o risa generosa, los ojos semiabiertos, o gestos como el morder una uña sugerentemente o sostener apenas el vuelo de la falda amplia de pie sobre un las rejas que resguardan un ventilador encendido.
Otras constantes que identifican a la moda pin-up son el patrón de estampado de círculos grandes sobre un fondo liso, detalles decorativos como moños de tela, cintas ajustadas a la cintura, gafas negras de marco grueso blanco o de colores intensos, labial rojo encendido y el lunar en el costado superior de los labios.
La lencería se compone de dos piezas, donde las pantaletas son grandes: largas y con talle hasta arriba del ombligo, mientras que como accesorios, los cestos coloridos por bolso predominan.
Foto: La Ratita Presumida, y SobreTacones
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