En cuanto a la educación del hijo del medio, lo primero que debemos evitar los padres es que se sienta desprotegido y que no le prestamos la suficiente atención, ya que por lo general esta es acaparada por los hermanos.
Siempre debemos hacer prevalecer sus gustos y prevalencias y de ahí partir para poder educarlo correctamente, sin hacer distinción con sus hermanos, a esto queremos referirnos, por ejemplo, si su hermano ha comenzado a ir a clases de fútbol y es sobresaliente, no debemos comparar jamás los logros de uno con el otro, tal vez al hijo del medio, no le agradan las mismas cosas que a su hermano mayor, o mejor, y por el contrario sobresale en otras actividades que sus hermanos no se destacan tanto.
Hay que focalizarse en este ejemplo y aplicarlo a todas las actitudes que rodean a nuestros hijos, cuando el nos demuestra que ha conseguido algún logro debemos reconocerlo igual que cuando lo hizo el más grande, y bajo ningún punto de vista cabe recriminarle ante sus errores.
Muchos padres sin querer, caemos en eso reconocemos solo aquello que hace bien el más grande, y por el contrario resaltamos aquello que no hace bien el hijo del medio.
En el equilibrio y la equidad de parte nuestra estarán los buenos resultados, tengamos presente que cada hijo es único, y no tiene porque ser igual que sus hermanos.