Generalmente suele decirse que durante el período de amamantamiento la mujer debe consumir algo de calorías extras, y esto se debe a que amamantar genera un gasto calórico de unas 700 calorías aproximadamente por la elaboración de la leche materna.
Por lo general, una buena parte de esa demanda el cuerpo la satisface con los almacenamientos de grasa que son esos 2 a 4 kilos que la madre acumuló durante el embarazo y con esto sería mucho más que suficiente.
Con esto queremos decir que mientras amamantes no te excedas en tus niveles de calorías diarios porque entonces terminarás ganando peso que no es necesario, alcanza con que agregues unas 400 o 500 calorías diarias. Y debes preferir aquellos lácteos desnatados, cereales integrales, que le proporcionarán nutrientes a través tuyo, hasta que tu bebé comience a los 6 meses a incorporarlos por sí mismo en su dieta, al momento de agregar la alimentación sólida además de la leche materna.
No olvides incluir granos enteros, de trigo, maíz, cebada y avena, frutas y hortalizas, especialmente aquellas de estación y consúmelas crudas, lácteos desnatados, pescado, carnes y huevo, lentejas, alubias y garbanzos, al momento de elegir las grasas prefiere aceite de oliva, canola, nueces, almendras, aguacate, semillas de lino y de chía.