Hay muchas personas que le temen a estar solos, porque en algún momento de su vida perdieron a algún ser querido y cercano y este tipo de situaciones se asemejan a esos instantes vividos.
La inseguridad y la falta de autoconfianza en sí mismos hacen muchas veces que esas relaciones que no son del todo buenas y que penden de un hilo, no se terminen más, aún cuando ya no queda nada para rescatar de las mismas, y se cae en un circulo vicioso que se retroalimenta de situaciones que a la persona terminan por hacerle daño.
Cómo evitar el miedo a la soledad
De todos modos, lejos de sentirse mal, y presionarse para salvar aquello que resulta insalvable, hay que aprender a disfrutar de esos momentos de soledad que la vida nos va dando, para poder redescubrirnos a nosotros mismos, conociéndonos y afianzando nuestras capacidades, estos momentos nos sirven para plantearnos qué queremos y qué buscamos en esta vida, y reorganizarnos armando planes para poner en práctica la metodología para llevarlos a cabo y poder realizarlos.
Cuando una relación se termina, no hay que temerle a la soledad, hay que buscar de sacar provecho de la situación y reflexionar a cerca de como nos relacionamos con el resto de las personas, para que si nos equivocamos aprendamos de esos errores y podamos corregirlos.
