La lectura, es un hábito que muchas personas tenemos y por eso decidimos dedicarle un lugar en nuestra casa, ya sea mediante una gran librería, un escritorio o una estancia en particular que utilizamos como oficina, o para nuestras tareas diarias.
Iluminación correcta para la lectura
Es importante que esta estancia se encuentre bien iluminada, sobre todo si solamente hemos dedicado un pequeño rincón a la comodidad, con una gran sillón y una mesa auxiliar donde pasamos tiempo leyendo y relajándonos en nuestros momentos de ocio.
Una luz adecuada es aquella que nos permite leer con comodidad, sin necesidad de esfuerzos extras por oscuridad o excesiva tensión por reflejos sobre la página.
Los expertos insisten en que es preferible la luz del sol y que en caso de utilizar iluminación artificial, se use una luz ambiental y otra que esté cerca del objetivo.
Para ello, es muy importante disponer de un foco directo y orientable que ilumine correctamente el libro, en estos casos la mejor luz para la lectura es aquella que procede de atrás nuestro o desde arriba si nos encontramos sentados para que no se produzcan sombras al momento de disfrutar de nuestro libro favorito. Intente evitar los grandes contrastes de luz y combine una fuente de luz general con una luz puntual que enfoque al libro.
La luz amarilla no se recomienda para estudiar o para leer porque provoca más cansancio en la vista. Es por eso que suelen recomendarse las luces claras, por parecerse más a la luz natural y cansar menos los ojos.
Existen unas lámparas que emiten una luz blanca o azulada que se conocen como luz de día. Pueden ser las clásicas bombillas pero con foco azul o tener el formato de las de bajo consumo. Esas sí son las más recomendadas para leer, no son muy caras y duran mucho tiempo.
Ésta luz no debe ser deslumbrante y con gran exceso de brillo, con una bombilla de 40 W es suficiente, y en el caso que prefieras ahorrar y utilices luces de bajo consumo puedes optar por una de 8 W, con ellas alcanza para poder leer tranquilamente sin forzar la vista, y disfrutar de la lectura en nuestros momentos de descanso.
La luz a la hora de estudiar es algo de lo que debemos preocuparnos, pues con una iluminación adecuada, no tendremos problemas en la vista, ni cansancio y mucho menos dolores de cabeza.