Hay algunos puntos que tenemos que tener presentes cuando tenemos niños al salir de vacaciones, acá os dejamos una pequeña lista de ellos, para descansar tranquilos y disfrutar de las vacaciones sin sobresaltos.
- No debemos exponer a los pequeños bruscamente al sol, cuando comienza la temporada de verano, al igual que los adultos debe tomar sol de a poco y por cortos períodos poniendo cuidado en las reacciones que pueda tener.
- No porque el día esté nublado quiere decir que no haya rayos UV, por el contrario, en esos días hay que reforzar la protección para evitar lesiones o quemaduras.
- No debemos alejarnos de las sombras para mantener a los pequeños protegidos correctamente del sol, tengamos presente que aún bajo la sombra si hay brisa o viento, las hojas se mueven y los rayos del sol, penetran entre el follaje.
- Al adquirir una protección solar hay que preferir siempre las de calidad, la piel de los bebés es muy sensible. Descarte las del año anterior.
- No se debe aplicar protector solar solamente una vez, el mismo debe colocarse cada dos horas, y luego de retirar al pequeño del agua, recordemos que para los niños siempre la protección solar debe ser superior a 15.
- Al igual que los adultos no se deben exponer los niños en horarios picos de sol dañino, entre las 11 y las 16 horas, porque puede causar severas quemaduras.
- No debemos dejar al descubierto las extremidades de los pequeños cuando el día está demasiado soleado, son partes muy sensibles que se irritan y queman con facilidad.
- Los bebés menores de un año no deben exponerse bajo ningún punto de vista al sol.
- Si se produjo alguna quemadura, no demoremos en ir al pediatra para que nos dé las indicaciones correctas para proceder en éstos casos.
- Pongamos cuidado con los fármacos que administramos a los más pequeños, algunos de ellos pueden desencadenar alergias frente a las exposiciones solares.