Sabemos ya que la feminidad de los vestidos permite lograr en tu atuendo resultados de diversas tendencias, y desde luego, distintos colores y combinaciones.
De esta opción derivan distintos estampados y recursos cromáticos con los que las telas animan sus diseños. Figuras divertidas, grecas de colores vivos y hasta efectos innovadores y trendy como lo son los tornasol, hacen que las prendas luzcan estupendas.
Antes de todo lo anterior, existe un estilo que tal vez remita al la sencillez cromática que usualmente se encuentra en las prendas básicas: el estilo bicolor.
En el caso de los vestidos que se conforman por dos colores lisos, los posibles looks van de lo informal a lo sofisticado, de lo elegante al street style.
A pesar de que carecen de estampado, vestidos como los de la fotografía es recomendable llevarlos sin complementos multicolor. Aun cuando solo son una franja, una tira, un listón ancho, son suficientes elementos de color para tu apariencia. Si quieres reanimarla, mejor añade calzado de apariencia brillante, un clutch de forma divertida o de pedrería, o una chaqueta con detalles metálicos.
Si eliges joyería de uno o ambos colores del vestido, es probable que tu look luzca más alegre. Si prefieres lucir más recatada o forma, la joyería plateada o dorada sigue siendo un consejo clásico pero útil.
Foto: polyvore