Aunque ya después del primer año le puedes empezar a dar a tu hijo leche de vaca para complementar su dieta, no es un asunto tan fácil como parece. Todo porque esta leche tiene una textura, sabor y hasta temperatura diferente de la que ya estaba acostumbrado, que era la de fórmula y por supuesto la materna, por lo que muchos se rehúsan a empezar a consumirla, así sea muy importante para su dieta.
Si ese es el caso de tu hijo mayor de un año, un buen truco para que empiece a consumir la leche de vaca es mezclar un poco de leche entera con un poco de leche materna o de fórmula en un principio, por ejemplo poniendo una parte de esta leche y tres partes de lo que está acostumbrado a tomar. Y poco a poco vas añadiendo un mayor porcentaje de esta leche, hasta que llegues al cien por ciento.
Otra excelente idea es darle pequeñas partes de leche entera cada vez, por ejemplo algunas cucharadas al finalizar alguna comida y diciéndole que es una recompensa por haber comido bien, lo que hará que poco a poco te pida más. También se la puedes mezclar con un poco de cereal para que se lo coma al desayuno o a la comida, y así no le sienta tanto el sabor extraño a esta clase de leche.
Lo que tienes que recordar es que incluso si tu bebé ya se toma la leche de vaca solo y desde su propia taza, no tienes que dejar de amamantarlo, porque la combinación de estas dos clases de leche también es importante. Sólo te tienes que asegurar que la leche materna deje de ser su fuente principal de alimentación, como lo era en su primer año de vida, porque ahora su cuerpo más grande necesita de alimentación diferente.