Desde que un bebé nace, es sumamente importante que los padres podamos acompañarlo y ayudarlo en su crecimiento, por eso la estimulación temprana es una manera de aprovechar cada sentido y que el niño aprenda mucho más rápido.
Dado que mediante los sentidos el bebé obtiene una gran y valiosa información de todo lo que lo rodea y de sí mismo, enseñarle a explorar, es muy importante para que reconozca objetos de su entorno. Sabemos que los primeros meses éste reconocimiento lo realiza llevándose todo a la boca, pero podemos intentar enseñarle a que junte sus manitos aprendiendo a tocarlas entre sí, de esa forma el comenzará a sentir su propio cuerpo, y luego cuando esté un poquito más grande comenzar a acercarle objetos de diversas texturas, para que pueda tocarlos, acercándolos, y llevándolos hacia su cara, pero con mucho cuidado ya que los bebes son muy sensibles.
También podemos utilizar papel celofán, hacerlo sonar, mover, arrugarlo, que le llamará poderosamente la atención y es necesario que también le demos objetos de diferentes tamaños y formas ya que de esa manera al colocar las manos para tomarlos reconocerá distintas posiciones.
La mejor hora para estimular el tacto de tu bebé, es al momento de bañarlo, donde se pueden emplear diferentes texturas, juguetes para el agua, y además el contacto físico, de caricias, mimos y masajes, que resultan sumamente estimulantes para que toque y reconozca todas las partes de su cuerpo.