Las fragancias de la Casa Guerlain tienen la fama de ser para mujeres de mayor edad, porque se convirtieron en toda una tradición para ellas desde sus años de juventud. Y es que estos aromas salieron al mercado para lograr cambiar la percepción que se tenía hasta el momento de los perfumes, por lo que desde el momento que empezaron a utilizarlo ya no quisieron despegarse de él.
Sin embargo, en el año 2008, Jean Paul Guerlain decidió que el siguiente paso de esta famosa casa lo hiciera Thierry Wasser, siendo la primera persona que no pertenece a la familia Guerlain que lo hace. Claro, siguiendo las guías que durante más de un siglo han hecho de las fragancias algo inolvidable y hasta las palabras de Jean Paul: «He aprendido que cuando se apaga la luz, no ves el vestido de una mujer, o sus joyas, o el estilo en el cabello que tanto trabajo le ha tomado. Sino que hueles su esencia».
Así nació La Cologne du Parfumeur, con la que está importante casa de Guerlain toma un paso gigante para dar su entrada triunfal al siglo XXI, con una Eau de cologne que está empacada en la tradicional botella «abeja» que fue creada en honor a Napoleón a mediados del siglo XIX, que seguramente se va a convertir en una fragancia favorita también para las mujeres de este siglo.
Esta fragancia abre con su toque tradicional de flores de naranja, limón y bergamota, pero para seguir de una manera diferente con unas notas un poco más verdes y de musk. Esta colonia es muy fresca, muy cítrica y muy verde, manteniendo los toques franceses que son los que han llevado esta marca hasta el punto más alto y es muy apropiada para los meses más cálidos que se vienen en el año.
Foto: Guerlain
