Congelar los lácteos
Al igual que cualquier otro grupo de alimentos los lácteos puede congelarse, además de mantenerse en el refrigerador, por algún tiempo prolongando su vida útil, por eso os contamos cuales son los procedimientos a seguir.
Lo principal a tener presente siempre, es que cuando queremos congelar y conservar algún lácteo, el mismo debe ser de buena calidad, y no se los debe manipular demasiado antes del proceso. Se deben utilizar envases apropiados para que al momento de descongelarlo, mediante las formas correctas, no exista ningún tipo de contaminación para minimizar las alteraciones finales.
Podemos congelar la leche, ya que es uno de los lácteos que menos sustancias patógenas contiene y es segura, teniendo en cuenta que jamás se debe congelar pasada la fecha de elaboración y su vencimiento que está indicado en las etiquetas del envase, ya que de ser así, se puede deteriorar y lamentablemente estará contaminada una vez que la descongelemos.
Por otro lado el queso fresco, no se debe congelar, ya que el mismo contiene grandes cantidades de agua, preferentemente se puede congelar quesos duros, con mayor contenido de grasa, en el caso puntual del queso fresco, cuando lo descongelamos, reduce su mayor parte de valores nutritivos.
Otros alimentos lácteos que se pueden conservar y congelar sin inconvenientes, son la manteca y la margarina, ya que al igual que la leche, conservan todas sus propiedades una vez que iniciamos el proceso de descongelamiento. Eso sí se deben consumir, y no volver a congelar nuevamente.