Hay ambientes como la cocina o el comedor y el salón principal que necesitan beneficiarse de la luz natural del día, y en muchos casos la elección de las cortinas se hace fundamental.
Tipos de cortinas
Lo primero que tenemos que evaluar a la hora de elegir cortinas es el ambiente en el que vamos a colocarlas: living, cocina, dormitorio, etc. También debemos tener en cuenta el tipo de superficie a cubrir (puerta o ventana, corrediza o de abrir) y, por supuesto, las necesidades a las que queremos que ésta responda (privacidad, oscuridad, decoración).
Básicamente se conocen muchos tipos de cortinas, aunque con infinidad de variaciones posibles:
Persianas: Este diseño de cortinas se ha vuelto muy popular en el diseño moderno, ya que si bien era muy usado anteriormente, una nueva generación ha llegado. Este modelo de cortinas se compone de tiras, ya sean de plástico, tela, aluminio o algún otro material, que pueden moverse vertical u horizontalmente. Esta categoría de cortinas incluye a las roller, venecianas y black out (entre muchas otras).
Black out: Este material es ideal ara la decoración de dormitorios, combinado con una tela liviana que nos permita darle al cuarto claridad e intimidad durante el día. Otra opción, aún más practica y moderna, es la versión roller en black out. Este sistema da al ambiente un aspecto despojado, ya que al enrollarse la tela casi desparece de la vista. Esta elección puede combinarse con otro sistema roller en tela screen o un cortinado en tela para lograr privacidad diurna.
Estores: Este tipo de cortinas puede ser manipulado con dos cuerdas incorporadas a éstas. Pueden moverse sólo de arriba a hacia abajo y viceversa. Estas cortinas están hechas de un material sólido, ya sea bambú o tela, por lo que no tendrán aletas, los que las convierte en cortinas ideales para hacer, justamente, sombra dejando pasar la cantidad de luz necesaria.
Cortinas Siseo: son cortinas de lama ondulada, pero con la particularidad del efecto siseo y la posibilidad de combinar colores en las lamas, el sistema se repliega al lado derecho o izquierdo, al centro o del centro hacia los lados y las lamas oscilan sobre su propio eje, de manera que podemos controlar totalmente la incidencia y el paso de luz.
Enrollables: son similares a los estores, con la diferencia que se enrollan sobre una barra y pueden recogerse completamente. Son cortinas lisas y es preferible que se realicen en telas pesadas.
Bandeau: son guardas que se ubican en la parte superior de la ventana, sobre el nacimiento de los visillos tapando el cajón de la persiana. Se fabrican en telas gruesas con buena caída. Pueden ser tableadas o lisas con un remate bajo, con borlas, ondas, etcétera.
De panel: son rectángulos de tela con dobladillos en ambos extremos, suspendidas por la parte superior de la ventana mediante anillos o ganchos. Caen formando pliegues naturales. Suelen emplearse en las recámaras y el comedor. Pueden ir combinadas con contraventanas, persianas o bajo-cortinas.
De café: se suelen colgar por la altura media de la ventana, dejando la parte superior expuesta. Estas cortinas pueden instalarse a un cuarto o un tercio del comienzo de la ventana para darle un estilo diferente. Pueden recogerse, se utilizan principalmente en la cocina y un comedor informal.
De bandas: están formadas por uno o dos paneles que quedan colgados sobre los dos paneles de base. Los paneles de base se encargan de cubrir la parte inferior de la ventana y los paneles exteriores cubren la parte superior, hasta superponerse con los paneles de base. Las cortinas pueden tener tres largos básicos: el largo del alféizar, por debajo del alféizar, largo hasta el piso.
Barrales: son las más comunes. Son muy decorativas y su formato puede variar de un modelo a otro, más o menos fruncidas, con tablones, etcétera. Son aquellas que van colgadas de un barral aparente y se sujetan con argollas. No poseen ningún mecanismo para su corrimiento.
Fruncida: En este caso la banda superior se frunce; este frunce será mayor o menor según la cantidad de tela que se haya previsto para cubrir el hueco.
Tablas: Hace falta más tela que para la fruncida. Se suele calcular el triple del ancho del hueco de la ventana. Tienes la posibilidad de hacer las tablas de distinta anchura.
Pliegue: También requiere más tela. Puede ser de doble o triple pliegue. Estéticamente le da mayor cuerpo a la cortina, ya que hace que la tela se dispare y coja volumen.
Patas: Son sencillamente tiras, que pueden ir con botones, velcro, o sencillamente cosidas. También puede variar el ancho de la tira y la separación.
Lazo: Es igual que el modelo a patas, pero las tiras no se juntan. Se dejan sueltas y se unen haciendo una lazada o un nudo, según se quiera. Tiene el inconveniente de que no corre bien por la barra.
Ollado: Las anillas van incorporadas a la cortina y se introducen directamente en la barra.
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