El orden del clóset donde guardamos la ropa de cama, los edredones, las mantas y las toallas, que usualmente se encuentra en la habitación de invitados, es uno de los que menos se encuentra en la casa. Ya después de que hayamos decidido lo que queremos conservar y todo lo que queremos regalar, tirar o convertir en retazos; te queda organizar todo lo que te quedó en el guardarropa.
Lo primero que debes hacer es dividir la ropa de cama en grupos para cada una de las habitación, después divides las toallas para cada uno de los baños, divides los limpiones para la cocina, los manteles y las servilletas para cada ocasión. Después divide las cosas del verano de las del invierno, y las ropas de cama de uso común de aquellas para ocasiones especiales.
Para acomodarlas sólo debes hacerlo de tres maneras, por habitación y por baño, por tipo y por tamaño. Claro que la organización y la búsqueda de cosas será mucho más fácil si le asignas un color a cada habitación. Así cuando tengas que buscar sábanas o toallas sólo tendrás que buscar el color y de una vez sabrás en donde están sin muchas complicaciones.
Siempre pon los elementos que estén recién lavados en la parte de arriba de la pila y cada vez que quieras utilizar algo de allí, saca lo que está más abajo. De esta forma, toda la ropa de cama se irá gastando de forma pareja. Por las cosas más grandes, como las mantas, en la parte más alta del clóset, las puedes poner en bolsas con cremalleras para que no acumulen polvo. La parte de atrás de los estantes la puedes llenar con ropa de cama para la habitación de invitados, las toallas de playa y otros elementos que no utilizas con tanta frecuencia.