En las sierras , donde en muchos casos se necesita cuidar la vivienda de las vistas ajenas y mantener la privacidad, los árboles perennifolios pueden llegar a ser una gran solución.
El mayor inconveniente en estos casos, es cuando la vivienda queda expuesta a las miradas del jardín vecino o desde la carretera que puede resolverse recreando una cerca viva o una cortina de árboles que se luzcan en nuestro jardín, mientras decoran y nos hacen de barrera ha las miradas ajenas.
Puedes colocar en la cerca viva coníferas, como el Cedro de Himalaya, y Pino, piñonero, Ciprés, completando las especies con laureles.
En éstos casos puedes completar parte de tu jardín para seguir colaborando con la cortina verde que obstruya las miradas, recreando una pequeña huerta con hortalizas y árboles frutales, que poseen deliciosos aromas, floración y además nos brindan sus frutos. Luego más cercano a la casa, puedes colocar varios macizos de Adelfas, y rosas de color rojo e hipéricos.
Los caminos que tengas hacia la vivienda, se pueden realizar en gravilla de mármol, y luego marcar sus costados con especies como petunias, ageratos, pensamientos, y para no dejar de lucir los cerramientos, allí se pueden plantar glicinias, que dibujan cualquier paisaje con su delicioso aroma y bonito color.