El cobre, al igual que el calcio y el magnesio, son minerales que el organismo necesita para su correcto funcionamiento. Y no debemos olvidarnos de ello. Las cantidades de cobre que se encuentran en nuestro organismo seguramente no son mayores al ojo de una aguja, y es aproximadamente de unos 50 a 12 miligramos.
El cobre se encuentra en una larga lista de alimentos básicos, aunque el contenido exacto de cobre en cada uno de ellos depende de cada alimento, de las condiciones en las que ha sido cultivado o elaborado.
El cobre es un oligoelemento que ayudar a regenerar los cartílagos, previniendo el riesgo de desgaste y reduciendo el periodo de recuperación a la hora de hacer ejercicio. Existen numerosos alimentos que con un alto contenido en cobre que ayudan a mantener los cartílagos en mejor estado. Muchos de estos alimentos forman parte de nuestra dieta habitual y un consumo más frecuente ayudaría a prevenir determinadas lesiones o enfermedades.
Pero son las cantidades necesarias que mantienen en estado saludable nuestro cuerpo. Entre las tareas que el cobre tiene encargadas en el organismo, es la producción de energía, y la prevención de anemias, ya que es necesario para que el hierro pueda procesarse. Previene enfermedades óseas, daños celular, en el embarazo el desarrollo correcto del feto. Suele concentrarse en el hígado, cerebro, riñones, y el corazón, ya que son los que mayor actividad metabólica poseen.
Alimentos ricos en cobre
Lo podemos encontrar en una gran variedad de alimentos, sobre todo en los cereales de grano, pan de trigo, legumbres y especialmente en las alubias blancas, el maní,l echuga romana, esparragos, acelga, espinaca, tomate, calabaza, berenjenas, guisantes o arvejas, judías verdes, puerros, aceitunas las nueces y las almendras. También esta presente en las semillas de girasol, las ostras, el chocolate, y en las vísceras como riñón y corazón de animales.
Procesos en los que actúa el cobre en el organismo
- Formación de glóbulos rojos.
- Favorece la salud del sistema inmunológico, nervioso y cardiovascular.
- Colabora en mantener los huesos sanos.
- Ayuda a metabolizar el hierro.
- Participa en el funcionamiento adecuado de las tiroides.
- Regula y previene la excesiva coagulación de la sangre.
- Ayuda a prevenir el cáncer y enfermedades degenerativas.
- Ayuda a tratar los síntomas de reuma.
Por lo tanto no debe faltar en ninguna dieta, ya que es un mineral de suma importancia para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Foto: Gracias a moria
