A la hora de descansar, siempre nos preguntamos si haremos bien de utilizar la almohada, cuales son las mejores y que condiciones deben tener. Acá os haremos un pequeño resumen de lo que debes tener en cuenta.
Dormir sin almohada muchas veces provoca que nuestro cuello esté sobre extendido, y estos estiramientos son innecesarios y perjudican nuestras cervicales, por lo tanto, siempre debemos tener mucho cuidado y adquirir aquellas almohadas que mejor se adapten a nuestras necesidades.
Consejos para elegir una buena almohada
- Es fundamental fijarse en el relleno que presente el producto, pues eso nos dirá si su transpiración es adecuada.
- Una almohada recomendable es aquélla que asegura nuestras vértebras cervicales y dorsales.
- Cuando dormimos sin almohada somos más propensos a sufrir de hipertensión y a contraer problemas cervicales.
- Si duermes con una almohada demasiado gruesa estás ejerciendo mucha presión en tu cuello, razón por la cual podrás tener problemas al levantarte.
- Una almohada fina hacer que tus vértebras cervicales y dorsales formen un ángulo adecuado.
- Si solo puedes dormir de lado debes escoger una almohada gruesa para que tu cuello esté a la misma altura de la columna.
- Evita dormir baca abajo pues esto provoca que tu cuello esté girado toda la noche.
- La forma más recomendada es dormir ligeramente de lado. La pierna inferior (en la que se apoya el cuerpo) debe estar estirado y la otra pierna debe quedar flexionada al igual que la cadera, formando un ángulo de 45 grados.
Dormir boca abajo, es una posición bastante perjudicial ya que se hace necesario girar los hombros y adaptar la forma de la almohada a la cabeza, intentando que el cuello se mantenga en relación a los hombros lo más proporcionado posible.
Si al descansar de costado lo hacemos con una almohada fina lastimamos a nuestro cuello y a la columna vertebral ya que dejamos todo el peso de la cabeza sobre alguno de nuestros hombros y por lo tanto la columna se flexiona. Lo que suele aconsejarse en estos casos es usar una almohada lo suficientemente gruesa para que el cuello mantenga el eje de la columna y la cabeza se corra hacia algunos de los lados.
Por otro lado dormir boca arriba, con una almohada demasiado gruesa, hace que aparezcan las contracturas cervicales, no permitiéndonos descansar correctamente, por lo tanto en estos casos deberíamos optar por una almohada más delgada.
Un buen descanso puede perturbarse si no se elige la almohada adecuada, consulte con un especialista en caso de no saber que tipo le viene mejor.
Foto: Gracias a said&done