El ozono a nivel del suelo afecta nuestro sistema respiratorio y produce significativas inflamaciones en las vías respiratorias que pueden llegar a persistir en el organismo hasta unas 18 horas posteriores a la exposición frente al smog.
Esta sustancia en el aire puede provocar en las personas, episodios de tos, resultantes de una estreches que hay en el pecho y también puede resultar que se agraven las afecciones pulmonares existentes y cardiocoronarias. Así mismo la exposición frente al smog intensifica los problemas asmáticos y la sensibilidad a los agentes alérgenos que padecen estas personas.
Las partículas conducidas por el aire son diminutas y fáciles de ser aspiradas con que podamos percibirlas y tienen la capacidad y el potencial de afectar mucho nuestra salud, ya que al ser muy finas y pequeñas pueden penetrar a los pulmones profundamente e interferir todas las funciones del sistema respiratorio.
Esto es lo que hace que como hay mucha contaminación ambiental, cada vez sean más las personas que se ven afectadas frente a graves cuadros respiratorios, que no son tantos en las zonas alejadas de las grandes ciudades. Gracias al smog, día a día se incrementan los casos de asma y afecciones pulmonares y las muertes prematuras.
