La cirrosis es una enfermedad crónica que se caracteriza por una degeneración constante de las células hepáticas. Estas células sanas son sustituidas por tejidos fibrosos que se muestran incompetentes para poder realizar todas las funciones propias que tiene el hígado.
En este tipo de enfermedad se pueden presentar diversas complicaciones, como hemorragias en el esófago, hipertensión, problemas mentales o finalmente cáncer de hígado. Es una enfermedad bastante complicada, dado que muchas veces es silenciosa y no presenta síntomas, más allá de ello sus características más frecuentes suelen ser:
Frecuencia en ataques de indigestión, náuseas o vómitos, dolor abdominal, fiebre baja, alitosis (mal aliento), y una marcada pérdida de peso en el paciente.
La alimentación en este tipo de enfermedad juega un rol fundamental para prevenir la posible degeneración del hígado que puede ser cada vez mayor. Definitivamente el paciente deberá dejar de tomar alcohol, limitar el consumo de grasas animales, y alimentos procesados, alimentos que se encuentren demasiado cocinados, con mucho contenido de azúcares, y no excederse en las porciones de comida.
Por lo general se les suele recomendar dietas a base de frutas y verduras, ya que son fáciles de digerir y ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes, de forma tal que ayudan a regenerar la deficiencia de nutrientes que puede provocar una cirrosis.
[…] vivir sin ingerirlo. El abuso prolongado de esta sustancia causa enfermedades de cuidado, como la cirrosis hepática, y la pérdida de memoria, úlceras y muchas veces puede llegar al daño […]
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