La enfermedad de Paget, a veces no es reconocida por aquellos que la padecen, porque no suele presentar síntomas, y sus manifestaciones a menudo son confundidas con artritis o enfermedades relacionadas con el sistema osteoarticular.
De todos modos el especialista encargado la diagnosticará en algunos casos luego de realizar estudios si el paciente presenta determinadas molestias como las siguientes:
- Dolor óseo intenso y persistente, rigidez y dolor articular.
- Posible aumento del tamaño del cráneo el cual le da un aspecto más prominente en la zona de las cejas y la frente, el cual si no es tratado debidamente puede provocar pérdida de la audición y cuando hay presencia de cefaleas por la compresión misma que se ejerce sobre los nervios de la cabeza.
- En muchos casos las vértebras pueden ensancharse, debilitarse o deformarse, provocando una disminución en la altura de los pacientes, y comprimir la médula espinal, lo cual causa rigidez, calambres e incluso falta de movilidad en las piernas.
- Por otro lado en ésta enfermedad muchas veces los huesos de las piernas pueden arquearse, aumentando la presión sobre las articulaciones, y el flujo sanguíneo, aumenta en las extremidades afectadas, debido a una elevada vascularización acompañada de una dilatación de los vasos sanguíneos aumentando la temperatura de la piel de los huesos afectados.
- También puede haber presencia de fracturas, dolor en el cuello, degeneración de los cartílagos de las articulaciones cercanas a los huesos afectados, dolor de cadera cuando la enfermedad afecta los huesos de la misma, el hueso de la cadera o el fémur. La Desviación de la columna es notoria, y cuando la enfermedad se encuentra en estados avanzados, aumenta el desgaste cardiovascular.