Por lo general la inflamación de las encías se debe a una infección o a la acumulación de placa bacteriana por un mal cepillado dental, y ésto muchas veces puede provocar dolor.
De todos modos hay alternativas naturales que pueden colaborar para cuidar nuestra salud bucal, un tratamiento casero que está al alcance de la mano de todos es frotar con ajo las encías o poner un diente de ajo en vinagre de vino y reducirlo con agua por partes iguales para utilizar a modo de enjuague bucal.
Por otro lado se puede preparar un enjuague bucal con agua de rosas o lavanda que limpian y refrescan las encías evitando los residuos de los alimentos que provocan su inflamación y el mal aliento.
Desde la aromaterapia se nos propone un tratamiento a base de aceite esencial de eucalipto, para masajear las encías suavemente y en forma circular consiguiendo así, mantenerlas sanas y fuertes.
Con éstos consejos, no queremos decir que hay que dejar de cepillarse los dientes, por el contrario son alternativas complementarias al cepillado que pueden ayudar.
No deje de visitar su odontólogo y realizar consultas periódicamente.