Cuando consumes más calorías de las que quemas, ganas peso. La forma como comes, lo activo que eres y otras cosas afectan la forma como nuestro cuerpo quema las calorías y cómo ganamos peso. Si los miembros de tu familia son obesos, pueden haber heredado una tendencia a ganar peso. Además tu familia también ayuda a formar tu estilo de vida y tus hábitos al comer, lo que puede llevar a la obesidad.
También, nuestras vidas ocupadas hacen incluso más difícil planear y cocinar comidas saludables. Para muchos de nosotros, es más fácil preferir las comidas preparadas, salir a comer o llevar pedir algo a domicilio. Pero estás comidas muchas veces tienen mucha grasa y calorías, además las porciones son muy grandes.
Los horarios de trabajo, los largos viajes de ida y vuelta, así como otros compromisos también acortan el tiempo que tenemos para la actividad física. No existe una cura rápida para la obesidad, así que lo mejor para perder peso, es quemar más calorías de las que consumes.
Además te tienes que concentrar en la salud y no en las dietas. Todo porque las dietas son difíciles de mantener y usualmente no trabajan en un largo plazo. Es muy difícil quedarse en una dieta que incluye una buena cantidad de grandes cambios en los hábitos alimenticios. Así que en vez de una dieta, te debes concentrar en cambios en el estilo de vida que mejore tu salud y así alcances el balance perfecto entre la energía y las calorías.
Foto: VirtualErn.