Es muy importante que mientras realizamos actividad física nos mantengamos hidratados, sobre todo cuando practicamos ejercicios aeróbicos, ya que mediante la transpiración se eliminan sustancias que son necesarias para el organismo.
Debe beber cada 10 o 15 minutos algo de agua, aún cuando no tenga sed, si espera a tener sed estará esperando que se presente el primer síntoma de deshidratación, por eso cuando vaya rumbo al gimnasio no debe olvidarse su botella de agua, la cual siempre debe estar a mano para beber la cantidad necesaria cuando el cuerpo lo requiera.
Durante los ejercicios debe beber entre 3 y 6 vasos de agua, o sea entre 0,5 y 1,5 litros de agua durante una hora de actividad física, y no reduzca la sal de su dieta si practica deportes, dado que si la elimina por completo el organismo no podrá hidratarse como corresponde, perdiendo potasio, magnesio y ocasionando posibles calambres musculares.
Una buena estrategia es contrarrestar el calor excesivo que suele aparecer durante los primeros 15 minutos de ejercitación, para ello debe beber agua a temperatura natural ya que de esta forma el organismo recupera los líquidos perdidos en corto plazo de tiempo.