Las dietas por lo general para ser consideradas saludables, deben contener al menos un 70% de alimentos frescos y crudos, los cuales nos exigen por nuestra parte que los mastiquemos mejor y eso ayuda a mantener la saciedad e ingerir menos cantidades.
De ésta forma se consigue no solamente perder un poco de peso, sino que además se eliminan las toxinas y se mantienen el estómago en muy buen estado. Por eso una de las dietas más recomendables al momento de perder peso es la dieta mediterránea, entre muchas otras, ya que la misma nos brinda éste tipo de beneficios porque posee un alto consumo de vegetales crudos, frutas frescas y aceite de oliva. Por otro lado la dieta mediterránea contiene una poca ingesta de alimentos procesados e industrializados, ya sean lácteos o carnes.
Lo que se busca con éste tipo de dietas es reconocer los alimentos por sus sabores naturales, ya que pierden muchas de sus características nutricionales al ser sometidos a los procesos de cocción. Ya sea mediante vapor, cocción al horno, o mediante el microondas, está absolutamente comprobado que se pierden nutrientes, vitaminas y minerales que el organismo necesita, así como también mediante los medios de conservación, por eso para mejorar notablemente la digestión, es necesario consumir la mayor cantidad de los alimentos crudos.