Ya hemos visto con anterioridad que el cardo mariano es un excelente hepatoprotector, y que además nos ayuda a combatir los radicales libres, las toxinas y los procesos oxidativos, así como también es muy beneficios en aquellas personas que cursan una enfermedad crónica como la diabetes.
Te preguntarás cuando debes ingerirlo, bueno aquí os dejamos un pequeño detalle para que tengáis presente.
El cardo mariano es muy propicio para consumir luego de haber transitado por tratamientos con antibióticos, que por lo general afectan la flora intestinal y el funcionamiento hepático, así como también cuando se han consumido determinados medicamentos por más de tres días. Así mismo en tratamientos de enfermedades que destruyen las células hepáticas como la cirrosis y la hepatitis.
También es muy saludable, acompañando tratamientos contra la obesidad y la celulitis, ya que ayuda a procesar las toxinas conjuntamente con la grasa y contribuye con un sano descenso de peso. Por otro lado es muy bueno para combatir dolores articulares, reúma, ciática, artritis, artrosis y gota.
Se lo puede consumir en infusión, a razón de una cucharadita de sus semillas por taza de agua hirviendo, y tomar 3 tazas diarias en ayunas antes del almuerzo, y luego de la cena.
El cardo mariano es una planta comestible, y sus hojas frescas pueden añadirse en ensaladas, y como hemos dicho antes posee múltiples beneficios para la salud y nuestro organismo.
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