La hiperhidrosis es una excesiva producción de sudor ecrino a uno o varios niveles del organismo. Esta patología puede producirse por la falla del sistema nervioso simpático (que forma parte del sistema nervioso autónomo) lo que provoca que el organismo produzca más sudor del que necesita para regular la temperatura corporal.
Conocer la existencia de esta patología es muy importante, ya que muchas personas la padecen y ven afectadas su calidad de vida, pero ignoran que la misma puede ser diagnosticada y tratada.
Los individuos que sufren hiperhidrosis no pueden controlar la transpiración, la cual se presenta independientemente de la temperatura y del estado emocional.
En la mayoría de los casos, los síntomas aparecen desde muy temprana edad y si no es tratada correctamente puede volverse crónica. La misma puede afectar diferentes partes del cuerpo como las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas y el rostro, que generalmente también presenta un enrojecimiento.
Este mal puede ser controlado a través de la aplicación de soluciones antitranspirantes con mayor concentración de cloruro de aluminio, aunque en algunos casos específicos puede resecar e irritar la piel. Existen otros tratamientos, los cuales deben ser evaluados por un especialista, que incluyen los bloqueos parciales de los conductos sudoríparos, la ingesta de medicación oral, o la aplicación de toxina botulínica (botox), que sólo está permitida si se inyecta en las axilas.
Es importante también tener en cuenta que el sobrepeso aumenta el exceso de sudor, por lo que una consulta previa con el endocrinólogo y una dieta adecuada permitirán reducir los efectos de esta enfermedad. Asimismo, se recomienda evitar el café y el tabaco.
En algunas ocasiones, la hiperhidrosis no es orgánica por lo que es preciso acudir a terapias psicológicas que encuentren el origen del problema y nos ayuden a resolverlo.
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Muy buen artículo. Es cierto que en algunos casos el apoyo psicológico es importante para los pacientes con hiperhidrosis, sobre todo a la hora de sobrellevar mejor los síntomas, reducir la ansiedad y mejorar la autoestima… aunque no se ha demostrado que la hiperhidrosis pueda tener un origen exclusivamente psicológico.
¡Saludos!