Las Terapias Florales emplean las esencias florales como medicamentos, un sistema muy saludable, sencillo, económico y que puede ser utilizad en forma eficaz, fácil y segura sin contar con efectos secundarios y/o tóxicos.
¿En qué se basan las Terapias Florales?
Este sistema terapéutico se encuentra incluido dentro de las llamadas Medicinas Vibracionales o Bioenergéticas y junto con la cromoterapia, gemoterapia y la musicoterapia entre otras tantas.
Todos estos sistemas, junto con otros sistemas tales como la acupuntura, la homotoxicología, las reflexoterapias, forman el gran grupo de Medicinas Alternativas.
Las esencias florales son preparados vibracionales que protegen la cualidad energética única de una floren concreto. La flor tiene la particularidad de una antena de energía que recibe las energías del cosmos (del sol) por medio del aire y las energías de la tierra (por el tallo y la raíz).
La flor recibe dos tipos de energía (Yin-Yang) de su unión y equilibrio sostiene una energía propia con características individuales que pueden ser transmitidas al agua en el método de preparación de la esencia.
Las esencias florales posibilitan que se incorporen cualidades armónicas a nuestro ser, que se transforman en facilitadores de nuestro crecimiento personal integral.
La esencia floral trabaja una vez que ha sido incorporada en el cuerpo, y por su característica vibracional entra en contacto con el campo energético de la persona y viaja por medio de los meridianos de acupuntura y se encamina a los chacras y órganos energéticos donde se realizará su efecto, que se presentará en los estados emocionales y la materia de la persona.
¿En qué puede ayudarnos las Terapias Florales?
La flor realiza su trabajo de manera lenta y pausada, integrando una cualidad al campo energético de la persona que la necesita y creando en la mayoría de los casos un efecto silencioso, la persona después de un tiempo, piensa que esta característica armónica es propia de su ser y no asigna su efecto a la flor.
Las esencias florales se encuentran en la consulta médica profesional (infancia, niñez, pubertad, embarazo, parto, tercera edad, proceso de muerte, trastornos mentales, desordenes emocionales, enfermedades de cualquier estilo), y en terapias ocupacionales, fisioterapia, logopedia, etc.
También en el caso de deportistas y artistas, para un despertar de conciencia espiritual mucho más armónico, en los duelos, los rupturas amorosas, etc, en la práctica veterinaria.
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