En el mercado actual es posible que encuentres decenas de tipos de enjuague bucal y de marcas que prometen varias cosas. Es por esto que se hace casi imposible el diferenciarlos entre ellos y el saber cual es el que necesitamos para nuestro tipo de boca y para los problemas que queremos mejorar o evitar con ellos. Es por esto que os traigo una guía sobre los diferentes tipos.
Uno de los problemas que más frecuentemente la gente quiere resolver con el enjuague bucal, que se utiliza después del cepillado, es el mal aliento, pero sin necesidad de que tengas alguna inflamación o infección en las encías o algún otro problema en los dientes como tal, y que es del tipo que las personas más buscan porque es el problema más común.
Lo mejor para utilizar en estos casos en un enjuague de aquellos que dicen aliento fresco, que se encargan de neutralizar el olor. Los expertos aseguran que los ingredientes principales de esta clase de enjuagues, que son el cloro y el zinc, lavan y desaparecen los elementos que contienen sulfuro, como las bacterias, que son los que causan el mal olor.
Existen algunos de estos que también contienen algunos ingredientes como los germicidas, que te ayudan a combatir la gingivitis y la placa bacteriana, que también causa mal olor. La ventaja de estos enjuagues en general es que saben mucho mejor y lastiman menos la boca, pero no son tan efectivos como los antibacterianos a la hora de combatir la placa y las infecciones en las encías.
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