La epilépsia, es un trastorno neuronal que puede manifestarse en cualquier momento de la vida, aunque frecuentemente se dan mayor cantidad de casos en la tercera edad o en la niñez. Debemos tener cuidados específicos, pero para ello también debemos conocer, cuando estamos frente a una persona que padece una crisis epiléptica.
Causas de la epilepsia
- Predisposición hereditaria. Es más probable que una persona tenga convulsiones si sus padres han padecido crisis convulsivas. Actualmente se está tratando de localizar el gen responsable de las crisis convulsivas.
- Estado de maduración del cerebro. Aún entre las diferentes edades pediátricas, hay una enorme diferencia en la frecuencia de convulsiones infantiles. En la etapa prenatal el umbral es muy alto y las crisis poco frecuentes; en el recién nacido (primeros 30 días) el umbral es bajo y las crisis frecuentes. Entre los dos y cinco años el umbral va aumentando hasta que alcanza el nivel máximo a los cinco años. De esto se podría deducir que la maduración cerebral por sí sola modifica la frecuencia de las crisis convulsivas. También se puede pensar que los síndromes epilépticos en niños son completamente diferentes a los de los adultos.
- Existencia de lesión cerebral. El cerebro puede estar programado para desarrollarse normalmente, pero puede sufrir lesiones durante el embarazo, el nacimiento o más adelante. Las lesiones pueden deberse a tumores cerebrales, alcoholismo u otras drogas, Alzheimer, meningitis, encefalitis, SIDA, ciertas alergias, etc., porque todo ello altera el normal funcionamiento del cerebro. Los ataques al corazón, infartos y enfermedades cardiovasculares también influyen en la aparición de un ataque epiléptico porque privan al cerebro de oxígeno.
- Reparaciones incorrectas. En algunos casos, el cerebro intenta reparar los daños causados, pero puede generar conexiones neuronales anormales que podrían conducir a la epilepsia.
Generalmente los síntomas son:
- Caídas súbitas, Sacudidas involuntarias o convulsiones en todo el cuerpo.
- Pérdida de conocimiento, problemas respiratorios.
- Rigidez en el cuerpo, mirada fija.
- Incontinencia urinaria, amnesia.
- Ausencia de respuesta, sueño intenso inexplicable.
¿Que debemos hacer frente a una crisis epiléptica?
- Por sobre todo mantener la calma.
- Alejar los objetos cercanos al paciente para que no se haga daño.
- Colocar algo blando debajo de su cabeza.
- Ponerle de costado o girar su cabeza, para evitar que se atragante.
- Aflojar cualquier prenda de su ropa que pudiera dificular su respiración.
Atención con lo que NO debemos hacer:
- No es necesario practicarle respiración artificial.
- No se debe sacudir o golpear al paciente, ni echarle agua para ver si reacciona.
- No hay que intentar restringir sus movimientos.
- No hay que tratar de abrirle la boca a la fuerza o introducirle algo en ella.
- No hay que ponerle alcohol en la frente.
- No administrar medicamentos por vía oral, ni darle de beber absolutamente nada.
Ante una crisis epiléptica, reconociendo sus síntomas, luego de ayudar al paciente, lo mejor es llamar a la emergencia médica, o llamar al médico personal.
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